Resumen de la noticia:
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A pesar de los riesgos de caída a corto plazo, la adopción institucional, las stablecoins y la tokenización pueden sostener nuevos máximos de Bitcoin antes del próximo halving.
Basándose en el historial de los ciclos de mercado de Bitcoin, 2025 debería haber sido un año de fuerte subida hacia nuevos máximos históricos, marcado por la euforia minorista y la explosión de las altcoins. Sin embargo, el precio de Bitcoin (BTC) se acerca al cierre anual con una caída acumulada del 8%, según datos de TradingView.
¿Esto significa que el patrón cíclico de cuatro años, estructurado en torno al halving, ha llegado a su fin? La respuesta no es tan simple. Desde diferentes perspectivas, la respuesta puede ser tanto sí como no, según Samir Kerbage, CIO de la gestora de criptoactivos Hashdex.
En la edición más reciente del boletín “Notas del CIO”, Kerbage afirma que el rendimiento, hasta cierto punto decepcionante, de Bitcoin en 2025 indica que el mercado ha entrado en una nueva fase.
A pesar de la similitud con ciclos anteriores, los tres años que han transcurrido desde el fondo del mercado bajista en noviembre de 2022 presenciaron un cambio estructural.
La entrada de inversores institucionales y la popularización de vehículos de inversión tradicionales, como los ETFs, alteraron la dinámica del mercado. Si antes lo que marcaba el precio era la euforia minorista, ahora es la sobriedad de los gestores la que dicta el ritmo de las oscilaciones de precio.
Para Kerbage, la primera evidencia de este cambio es que Bitcoin no confirmó la expectativa de subida exponencial típica de un ciclo de patrón clásico:
“En relación con los máximos históricos de 2021, el mercado cripto está solo un 60% por encima, lo que está aproximadamente en línea con el Nasdaq-100. En otras palabras, no presenciamos la misma euforia especulativa observada en ciclos anteriores y no vimos los excesos típicos que normalmente acompañan a estos techos de mercado.”
Esto sucedió fundamentalmente porque el sector minorista perdió protagonismo y los inversores institucionales entraron en escena, con una estrategia de inversión y gestión de riesgos diametralmente opuesta:
“Durante años, la base de inversores en cripto estuvo dominada por traders minoristas orientados por el momentum, participantes que tienden a comprar cuando los precios suben y a vender cuando el momentum se debilita.”
Por otro lado, los inversores institucionales adoptan una estrategia más alineada con el mercado tradicional, caracterizada por el aumento de exposición en periodos de baja y por la reducción cuando los precios suben de forma significativa, explica el ejecutivo:
“Este comportamiento contracíclico reduce naturalmente la volatilidad y suaviza los extremos de los ciclos históricos de cripto. Es probablemente una de las principales razones por las que no vimos el tipo de blow-off top que marcó 2013, 2017 o 2021, y por qué la volatilidad se mantuvo inesperadamente contenida en los últimos meses.”
¿Qué esperar de la nueva dinámica del mercado de ahora en adelante?
Aunque el ciclo actual ha roto el patrón histórico del mercado cripto, aún quedan algunas similitudes que pueden ayudar a los inversores a prepararse para 2026.
Según Kerbage, la continuidad de la actual tendencia de caída “sigue siendo totalmente posible”:
“Una caída adicional de Bitcoin sería consistente con retracciones históricas, especialmente considerando el régimen de menor volatilidad actual.”
Por otro lado, Kerbage enfatiza que el mercado cripto tiende a beneficiarse de la adopción creciente de stablecoins y de los avances en los campos de tokenización de activos reales (RWA) e inteligencia artificial (IA).
En este escenario, el ejecutivo vislumbra un posible desacoplamiento del precio de tokens de plataformas de contratos inteligentes como Ethereum (ETH) y Solana (SOL) en relación con Bitcoin:
“Si el entorno macro permanece constructivo para los activos de riesgo, particularmente si la dinámica de acciones impulsada por IA continúa, este segmento del mercado [smart contracts] podrá mantenerse resiliente.”
Según Kerbage, el momento exige una recalibración de estrategias y expectativas, pues el mercado cripto estaría sometido a dos fuerzas opuestas:
“Los patrones cíclicos de ciclos pasados sugieren cautela y disciplina. Mientras tanto, la historia de las tecnologías exponenciales, computadoras personales, internet, inteligencia artificial, nos recuerda que quedarse fuera durante períodos de transformación estructural puede costar caro.”
En un escenario positivo para los activos de riesgo, la combinación de flujos institucionales consistentes, un entorno macroeconómico favorable y la integración del ecosistema de activos digitales con los mercados tradicionales, Bitcoin podría alcanzar nuevos máximos históricos antes del próximo halving, que ocurrirá a principios de 2028, sugiere el ejecutivo:
“Un camino hacia 300.000 dólares en este ciclo es matemáticamente consistente con la dinámica actual de flujos y la elasticidad histórica. Esto no es una predicción, sino una demostración de que tales resultados están claramente dentro del campo de las posibilidades.”
Para inversores con foco en el largo plazo, los fundamentos del mercado permanecen inalterados, “independientemente de si el ciclo de cuatro años está terminando o solo cambiando de forma”, concluye Kerbage.
Según lo informado por Cointelegraph Brasil, el comportamiento reciente de Bitcoin es típico de un mercado bajista, según el análisis de CryptoQuant. “Una fase de mercado bajista más profunda, potencialmente hacia la región de los 50.000 dólares, es probable antes del próximo movimiento alcista significativo», afirmó la analista Pelin Ay en una publicación en el blog “Quicktake”.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
