CaixaBank y otros nueve bancos europeos anunciaron la constitución formal de Qivalis, la nueva empresa destinada a emitir una stablecoin denominada en euros, con fecha de lanzamiento para la segunda mitad de 2026, según lo publicado por el portal web Noticias Bancarias.
De acuerdo con lo informado, la iniciativa, presentada el 2 de diciembre de 2025, se habría realizado como estrategia de varias entidades europeas para desarrollar medios de pagos adaptados al entorno digital y alineados con la regulación comunitaria.
Qivalis, según se señaló, habría establecido su sede en Ámsterdam y operararía bajo la supervisión del Banco Central de los Países Bajos, desde donde solicitará la licencia de Institución de Dinero Electrónico conforme al reglamento MiCA, requisito necesario para comercializar este tipo de activos en el mercado europeo.
También se informó acerca del consorcio promotor el cual habría quedado conformado por CaixaBank, ING, UniCredit y BNP Paribas, junto con entidades como Banca Sella, Danske Bank, DekaBank, KBC, Raiffeisen Bank International y SEB.
El objetivo de la alianza —explicaron— fue impulsar una solución de pago común que pudiera utilizarse de manera interoperable en distintos países europeos. La creación de Qivalis habría respondido a la necesidad de desarrollar un instrumento digital estable, respaldado por depósitos y activos líquidos de alta calidad, que permitiera operar en entornos basados en blockchain con garantías comparables a las del sistema financiero tradicional, agregaron.
En cuanto a los detalles dados acerca del Consejo que se ha constituido, se indicó que se designó a Jan-Oliver Sell como consejero delegado, a Floris Lugt como director financiero y a Sir Howard Davies como presidente del consejo de supervisión, todos ellos pendientes de la preceptiva autorización regulatoria. Según la información aportada por CaixaBank, el gobierno de Qivalis se habría diseñado para garantizar independencia operativa y supervisión robusta, aspectos clave para el desarrollo regulado de servicios financieros basados en activos digitales, indicaron.
Luego se informó que la stablecoin sería diseñada para facilitar pagos digitales inmediatos, transacciones transfronterizas, liquidación de activos tokenizados y otras operaciones en redes basadas en cadena de bloques. El consorcio habría afirmado que la solución permitiría combinar la eficiencia técnica del entorno on-chain con la estabilidad de una moneda vinculada al euro y gestionada bajo supervisión bancaria. Entre los objetivos señalados estarían el de reforzar la infraestructura europea de pagos digitales, garantizar la compatibilidad con los marcos normativos vigentes y ofrecer una base común para el desarrollo de nuevos servicios financieros, explicaron.
Los impulsores del proyecto señalaron que la emisión de un instrumento estable respaldado por bancos permitiría trasladar al ámbito digital los estándares de seguridad, control de riesgos y protección al cliente del sistema financiero tradicional. Además, indicaron que la iniciativa estaría abierta a la incorporación de nuevas entidades europeas interesadas, con la intención de ampliar su alcance y favorecer la adopción en distintos mercados.
Los siguientes pasos serían, según lo informado, poder lograr las autorizaciones regulatorias, completar la fase de desarrollo tecnológico y luego comenzar a operar en la segunda mitad de 2026. Con ello, CaixaBank y sus socios estarían avanzando en la exploración de modelos de pago basados en activos digitales regulados, en un contexto de transformación tecnológica del sector financiero europeo, concluyeron.
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